Lamentablemente la situación de millones de colombianos y colombianas es crítica, por no decir desesperante: altos índices de miseria, pobreza y desempleo han propiciado el camino hacia la prostitución, el sicariato y el reclutamiento de grupos armados. No podemos desconocer que las mayorías conviven sin un servicio de salud digno y sin vivienda propia. Todo esto sumado a la privatización de la educación pública y a la precariedad de las condiciones laborales ha fomentado un grave deterioro del tejido social y la ruptura del núcleo familiar, trayendo una inevitable violencia exacerbada.
Toda esta verdad no puede pasar desapercibida.
AUTOR: CARLOS ALBERTO MENDEZ
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