viernes, 31 de mayo de 2013

la sexualidad en los jovenes

La adolescencia siempre ha sido asumida como una etapa problemática de todo ser humano. Los adolescentes han sido vistos como un foco de oposición dentro de la sociedad, quienes buscan, a toda costa, desafiar el contexto familiar, social y educativo del que hacen parte.

Durante esta etapa se sufren una serie de cambios físicos y mentales que ayudan al establecimiento de una personalidad desligada de la identificación con sus padres, como la que tenía lugar durante la niñez.

Según el libro “maternidad adolescente”, de Giovanna Paván, el adolescente construye su personalidad a través de un proceso de separación de todo aquello que lo ata, buscando su libertad y caracterización de virilidad y hombría, mientras que la adolescente intenta continuar con su vínculo afectivo con otras personas que estén desligadas de su núcleo familiar.

En busca de este nuevo vínculo la joven se refugia en sus amigos y luego en una relación amorosa en donde, generalmente, inician su vida sexual a temprana edad, de la cual pueden surgir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.

Situación embarazosa
Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de 2005, el embarazo adolescente sigue en aumento al pasar del 19% al 21% entre el año 2000 y el 2005. Lo anterior significa que una de cada cinco adolescentes entre los 15 y 19 años de edad está o ha estado alguna vez embarazada.

La encuesta evidencia que son las mujeres jóvenes quienes tienen más dificultades para controlar su fecundidad, para ejercer sus derechos, y recibir información oportuna y adecuada sobre la salud sexual y reproductiva.

El inicio apresurado de la vida sexual, el no uso de los métodos anticonceptivos, la falta de educación y orientación con respecto al tema son algunas de las causas que desembocan en un embarazo no deseado a una edad temprana, generando graves riesgos en la vida de la madre y su hijo.

Según Noridia Martínez, enfermera jefe y candidata al título de Magíster en Materno Perinatal de la Universidad Nacional de Colombia, las mujeres menores de 17 años son consideradas gestantes de alto riesgo por estar en proceso de desarrollo, razón por la cual durante el embarazo pueden presentar preclancia (aumento de la presión arterial), bajo peso que puede generar retraso del crecimiento intrauterino, partos pretermino (cuando no cumple las 40 semanas de gestación) y abortos, entre otros riegos.

La maternidad adolescente es una situación problemática, ya que una mujer a esta edad no tiene las capacidades físicas, económicas y de madurez suficientes para hacerse cargo de su vida ni de su hijo. Según el informe de Profamilia, el 15% de las adolescentes ya son madres y el 4% están embarazadas de su primer hijo. La edad del primer embarazo es en promedio de 16,3 años.

Este aumento de embarazos tempranos tiene una serie de aspectos problemáticos, entre los cuales está el abandono momentáneo o definitivo del estudio, especialmente en estratos socio-económicos bajos; así mismo, la entrada temprana de las y los jóvenes al mercado laboral, teniendo como resultado salarios precarios que conllevan al aumento de la pobreza.

Para Noridia Martínez, toda gestante adolescente presenta antecedentes psicosociales. Problemas de violencia intrafamiliar, situación económica deficiente y maltrato de los padres, son algunas de las dificultades a las cuales se enfrentan estas jóvenes madres.

Del mismo modo, Germán Salazar Santos, director de la Unidad de Adolescentes de la Fundación Cardio Infantil, explicó en una columna de opinión en la Revista Cambio, que “el embarazo entre adolescentes suele ser una forma de parricidio, un recurso para lesionar a unos padres que abandonan.

Una infancia en la que no se adquieren autoestima, límites claros y capacidad para superar las adversidades, es una infancia incompleta. Cuando estos procesos no se resuelven, el adolescente confronta a sus padres, se acerca a sus compañeros que, supuestamente, sí entienden sus necesidades y, en forma retadora, se siente mucho más propenso a asumir conductas de riesgo. El embarazo adolescente es, por lo general, una forma de escapar de un núcleo familiar disfuncional”.

Según la psicóloga de Profamilia, Luz Adriana Parra, “Las y los adolescentes expresan una dificultad en la comunicación con sus familias en tocar el tema de la sexualidad. Con quienes más hablan del tema es con sus amigos o con algunos profesores. Uno de los aspectos que repercute en que los adolescentes no usen métodos de planificación familiar es la falta de privacidad que tienen es sus hogares, por cuanto muchos padres suelen reprocharlos cuando encuentran pastillas, condones, etc.”.

AUTOR : REYNALDO GUERRA HURTADO

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